Iniciativa mundial trata de frenar contaminación de metano
Es más contaminante que el CO2
Washington, EE.UU. El metano, un hidrocarburo en estado gaseoso sin color, no recibe tanta atención como la que recibe su cómplice: el dióxido de carbono. Pero los científicos dicen que, si bien el gas metano es responsable de sólo cerca de 16 por ciento de los gases de efecto invernadero causados por la actividad humana, su capacidad de atrapar el calor en la atmósfera es 20 veces mayor que la del dióxido de carbono.
Por ese motivo, el metano es un objetivo atractivo para los gobiernos que desean abordar el cambio climático a corto plazo.
A principios del presente mes, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) se sumó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México y a otros 36 países para reactivar el impulso destinado a frenar las emisiones de metano. La Comisión Europea, el Banco Asiático de Desarrollo y el Banco Interamericano de Desarrollo son también socios de la campaña, que se conoce como la Iniciativa Global de Metano (Global Methane Initiative).
La administradora de la EPA, Lisa Jackson, dijo que se necesita mayor acción global para enfrentar el problema del metano y agregó que Estados Unidos destinaría 50 millones de dólares durante cinco años para esta iniciativa.
“Las emisiones de metano contaminan el aire que respiramos y contribuyen al problema mundial del cambio climático, y dejarlas sin aprovechar es una gran oportunidad perdida”, manifestó Jackson cuando anunció la nueva campaña. “Mediante esta creciente colaboración podemos convertir este dañino contaminante en energía limpia y crear nuevos prospectos económicos para los pueblos de todo el mundo”.
La Iniciativa Global de Metano aprovecha la asociación de Metano a los Mercados (Methane to Markets), una alianza internacional que se estableció en 2004 con el objetivo de financiar proyectos en los que se captura el metano y se estimula al mismo tiempo el crecimiento económico. El gobierno estadounidense fue uno de los fundadores de la alianza y garantizó 53 millones de dólares durante cinco años, gran parte de los cuales se ha invertido en más de 170 proyectos en todo el mundo.
Hasta el momento, a través de estos proyectos se ha logrado reducido las emisiones en el equivalente de casi 30 millones de toneladas de dióxido de carbono anualmente, lo que equivale a eliminar unos 20 millones de automóviles de las carreteras durante un año.
El carbón, la agricultura, los vertederos y los sistemas de gas natural y petróleo representan cerca de 60 por ciento de las emisiones mundiales de metano. Es ahí donde Estados Unidos y sus socios de la iniciativa Metano a los Mercados han enfocado sus esfuerzos.
Proyecto convierte desechos de cerdo en energía
Uno de los proyectos que recibe fondos de Estados Unidos es un sistema de recolección de desechos de cerdos en la aldea de Tu Duong (Vietnam), que convierte el estiércol en biogás que los habitantes utilizan para cocinar y alumbrar. El sistema utiliza la gravedad para recolectar y trasladar el estiércol a través de un canal desde más de 100 patios traseros donde se tiene a los animales.
Los desechos se envían a una serie de biodigestores locales, que son contenedores que utilizan microorganismos para disolver los desechos y convertirlos en biogás que a su vez se envía por medio de tuberías a las casas de la aldea. Los propietarios de vivienda tienen que pagar una pequeña cuota por el gas que cubre el mantenimiento del sistema y el empleo de un operador.
El estiércol que se descompone de manera natural emite 20 veces más gases de efecto invernadero que el biogás cuando se quema como combustible. Además, el biogás tiene menor impacto como gas de efecto invernadero que el que tienen fuentes tradicionales de combustible como la madera, que todavía se emplean extensamente para cocinar en muchas partes del mundo.
El proyecto vietnamita ha dado pie a cientos de demostraciones del funcionamiento del biodigestor en Tailandia, Vietnam y China, según informó la EPA.
Las principales barreras a la amplia adopción de tecnologías y sistemas que capturen el metano es la falta de familiaridad y la falta de conocimiento técnico, además de las prohibiciones culturales, explicó Michael Webber, un profesor de ingeniería mecánica en la Universidad de Texas y renombrado especialista en tecnologías de energía renovable.
“Existen aún todo tipo de desafíos, pero actualmente observamos actividades e inversiones que no existían hace 20 años”, explicó Webber. “Hoy en día los digestores de desechos se pagan por sí mismos en unos cuantos años o aún en meses, dependiendo del sistema, no en décadas, como solía ser el caso”.
La mejor tecnología y precios más altos de energía han hecho que estos sistemas sean más viables económicamente que en el pasado. “Las personas se están dando cuenta que existen muchas formas de energía de donde se pueden obtener ingresos”, expresó Webber.
Producto derivado de la minería cobra impulso
Otro proyecto de recuperación de metano que recibió apoyo de Estados Unidos fue una iniciativa para extraer metano atrapado en el filón de carbón de una mina grande en China que de otra forma sería liberado cuando la zona fuese excavada. Históricamente, las compañías mineras han liberado este metano al aire para reducir el riesgo de explosiones, sin pensar jamás que el metano podría ser una segunda fuente de ingresos. Pero eso está cambiando.
El proyecto de China, que es el proyecto más grande del mundo de metano en una mina de carbón hasta la fecha, surgió en 2008. La Agencia de Estados Unidos para Comercio y Desarrollo sirvió como organismo inicial de consultoría del proyecto cuando Metano a los Mercados y otros de los socios del proyecto se ofrecieron a ayudar a la mina de Sihe, ubicada en la provincia de Shanxi, a drenar el metano del filón del carbón para convertirlo en electricidad.
La EPA indica que la mina genera y transmite a la red de suministro local hasta 120 megavatios por hora de electricidad, lo cual es cantidad suficiente para alimentar a una pequeña aldea y a la vez se evita emitir lo que equivale a casi tres millones de toneladas de dióxido de carbono.
Durante los primeros cinco años de la alianza de Metano a los Mercados, más de la cuarta parte de los fondos estadounidenses se destinaron a proyectos en China, el país más poblado del mundo.
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