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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 25 de Abril del 2024

Instituto de EE.UU. ayuda a países en desarrollo a utilizar datos climáticos

Financiación de NOAA ayuda en la adaptación al cambio climático

A medida que la variabilidad climática provoca alteraciones en el entorno físico, se hace cada vez más importante que todos los países – especialmente los más vulnerables – entiendan y sepan aprovechar los datos climáticos y meteorológicos en su adaptación a un planeta en cambio.

El cambio climático ha tenido efectos devastadores en algunas regiones del mundo.

El cambio climático ha tenido efectos devastadores en algunas regiones del mundo.

Washington, EE.UU. Desde 1996, el instituto de investigación establecido como parte de un acuerdo de cooperación entre la Administracion Nacional de Asuntos Oceanograficos y Atmosfericos (NOAA) y la Universidad de Columbia en Nueva York, ha adoptado esta misión.

Treinta dos kilómetros al norte de la isla de Manhattan (Nueva York), en el Instituto Internacional de Investigación sobre el Clima y la Sociedad (IRI), 50 científicos y 20 empleados trabajan con agencias estadounidenses y organizaciones internacionales para ayudar a los servicios meteorológicos de los países en desarrollo a comprender mejor, anticipar y abordar los efectos de las fluctuaciones estacionales del clima. IRI es parte del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.

“Como institución, IRI ha sido pionera en la interfaz entre la climatología y la sociedad, los ámbitos de la sociedad que, en última instancia, pueden y deben utilizar la información climática para mejorar sus prácticas, y el aprendizaje en cuanto a lo que funciona y lo que no”, dijo a America.gov el director general de IRI, Steve Zebiak.

El clima y la sociedad

Los científicos del IRI tienen experiencia en agricultura, seguridad alimentaria, recursos hídricos, salud, manejo de recursos naturales, clima y meteorología.

Los diversos proyectos en los que trabajan incluyen desde los sistemas de alerta temprana para la malaria en Eritrea, el manejo de la variabilidad climática en el sur y sudeste de Asia, los efectos del manejo de los recursos hídricos en el Brasil, la alerta temprana basada en el clima para la seguridad alimentaria en el África occidental, los contratos de seguros climáticos en América Central, y mucho más.

La financiación básica para este tipo de proyectos proviene de la NOAA, pero el IRI también recibe fondos de la NASA para la vigilancia del medio ambiente y gestión de riesgos climáticos, del Departamento de Recursos Energéticos de EE.UU. y la Fundación Nacional de Ciencias para proyectos de investigación y de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

Se reconoce cada vez más “que el tema de riesgo climático no es sólo una cuestión medioambiental, sino que es un problema de desarrollo muy grave”, señaló Zebiak.

En 2008, el IRI recibió una dotación plurianual de 900.000 dólares de Google.org, el brazo filantrópico de la compañía conocida por haber inventado el motor de búsqueda más popular del mundo, para mejorar el uso de las previsiones, los datos de precipitaciones y otra información sobre el clima en África oriental, y para juntar a meteorólogos y climatólogos con expertos de salud para predecir mejor los brotes de enfermedades infecciosas. (Véase Google.org ayudará a científicos a pronosticar brotes de enfermedades.

En el plano internacional, el instituto trabaja en colaboración con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), la Organización Mundial de la Salud, para la que el IRI es un centro de colaboración sobre sistemas de alerta temprana para la malaria y otras enfermedades sensibles al clima; el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y otros.

Según Zebiak, el IRI se estableció porque “existía la necesidad de contar con una institución que no sólo fomentara los aspectos científicos y técnicos de la producción de información útil, sino que también hiciera lo que resulta ser el paso más difícil de tratar de averiguar si la información puede ser útil, en la práctica, para las sociedades, y de qué forma puede serlo”.

La etapa más dura

Poco después de crearse el IRI, la NOAA comenzó a trabajar con el Instituto y con socios internacionales – entre estos la OMM, la Red Europea de Investigación sobre el Cambio Climático Global y la Oficina Meteorológica del Reino Unido – con vistas a celebrar los primeros foros climáticos en África, América Latina, el Caribe y el sudeste de Asia.

En los foros participan científicos y representantes de universidades y de organizaciones gubernamentales de predicción climatológica, los servicios meteorológicos nacionales y los centros de predicción internacionales. En cada reunión, los científicos del clima elaboran pronósticos del clima para sus regiones.

Antes de que se establecieran los foros, las regiones recibían distintos pronósticos de las universidades, los servicios meteorológicos nacionales y los centros internacionales. Nadie sabía cuál de los pronósticos creer.

“Los pronósticos fiables son una de las primeras medidas hacia la planificación anticipada, ya sea para evitar resultados adversos o aprovechar resultados beneficiosos”, dijo a America.gov Simon Mason, jefe del Programa del Clima de IRI. “Una alerta temprana que avisa sobre una buena o mala estación de lluvias proporciona, posiblemente, una importantísima oportunidad para prepararse de antemano en caso de condiciones climáticas inusuales”.

El propósito de los foros es mejorar la calidad científica de las predicciones regionales y mejorar la forma en que se comunican.

Los pronósticos tradicionales son “bastante complejos y abstractos y difíciles de entender”, dijo Mason. “Hemos venido trabajando con los medios de comunicación en las distintas regiones para ayudar a traducir los pronósticos a un lenguaje comprensible”.

Grandes logros

En colaboración con el Centro Africano de Aplicaciones Meteorológicas para el Desarrollo, el IRI evaluó en fechas reciente datos con los resultados de 10 años de perspectivas sobre el clima de África occidental, la región del Cuerno de África y el sur de África, para determinar si las predicciones indicaron correctamente el aumento o disminución de los cambios en las condiciones de sequía o humedad.

Según la evaluación, las predicciones han sido buenas, dijo Mason, pero algunos errores sistemáticos necesitan atención, entre ellos una tendencia a predecir con demasiada frecuencia las lluvias normales y con poca frecuencia las condiciones secas.

“Puedo constatar que los participantes reconocieron plenamente estos errores sistemáticos y que la predicción para la próxima temporada se ha corregido como consecuencia de esas evaluaciones”, dice Mason.

“A la gente común y corriente, no le va a resultar emocionante, pero para la comunidad que estudia el clima, se trata de un logro muy importante”, añadió.

Fuente: USA Info.

Etiquetas: ambiente, calentamiento global, cambio climático, Estados Unidos, NOAA


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