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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 18 de Abril del 2024

Nueva "tracción" en Haití para recuperarse del terremoto

Por Stephen Kaufman Redactor Washington – La meta de reconstrucción de Haití después del devastador terremoto del 12 de enero de 2010 ha sido “reconstruir mejor” y ofrecer al pueblo haitiano la infraestructura necesaria para un crecimiento económico sostenido, una mayor producción agrícola y el buen gobierno. Esto nunca podría lograrse en dos años, dice Thomas Adams, el coordinador especial de Estados Unidos para Haití; no obstante, se logran progresos reales y el pueblo haitiano está viendo cambios para bien.

Ahora que el pueblo haitiano y la comunidad internacional conmemoran el segundo aniversario del terremoto y reflexionan sobre la epidemia de cólera y el huracán, que ocasionaron aún más tragedias para ese pueblo, recientes acontecimientos tangibles apuntan hacia un futuro mejor. Tras las elecciones libres, en octubre de 2011 se formó un nuevo gobierno encabezado por el presidente Michel Martelly. Por primera vez en 25 años, los tres poderes del gobierno de Haití estarán en funcionamiento y tendrán la autoridad de tomar decisiones clave y eliminar muchos de los obstáculos que han obstaculizado el esfuerzo de la reconstrucción.

En marzo se inaugurará el Parque Industrial Caracol, que presenta la posibilidad de crear 65.000 puestos de trabajo, proporcionar nuevas viviendas e impulsar la creación de pequeñas empresas en su entorno.

“Empezamos a tener nueva tracción”, dijo Adams. “Los haitianos toman las riendas de la reconstrucción”.

“¿Que si nos gustaría avanzar más rápidamente? Por supuesto que lo haríamos”, declaró. “Pero la realidad es que Haití no se va a arreglar en dos años. Los donantes y el gobierno de Haití tendrán que invertir diez años de intenso trabajo para lograr que este lugar crezca de manera constante, en términos de crecimiento económico anual”.

Ahora es más fácil hacer frente a las necesidades de los haitianos que se han quedado sin hogar tras el terremoto. Estados Unidos ha ayudado en el período de transición, proporcionando cerca de 30.000 refugios temporales de madera y hormigón para proteger a las familias que habían estado viviendo en tiendas de campaña de los huracanes y terremotos, pero Adams dijo que ha habido problemas para obtener terrenos donde construir viviendas más permanentes. Ahora que hay un nuevo gobierno, eso ayudará.

“Algunas decisiones sólo las puede tomar un gobierno, como utilizar el derecho de expropiación para obtener tierras y autorizar la destrucción de edificios peligrosos”, dijo. También hay un programa de vales que permite a los propietarios de vivienda con bienes reparables utilizar empresas haitianas certificadas para reconstruir sus viviendas, a fin de que cumplan las normas de seguridad para terremotos y huracanes.

El gobierno de Martelly “está mucho más comprometido”, dijo. “Quieren hacerlo bien, no desalojar a la fuerza a la gente por estar cansados de tenerlos en las plazas públicas”, sino preguntarles dónde vivían antes y qué es lo que les impide volver, e incluso ofrecer pagarles el primer año de alquiler si ese es el motivo que les impide volver.

“Se necesita tiempo para hacerlo bien”, dijo. “Queremos que esto sea una reconstrucción dirigida por Haití… y a veces tenemos que esperar a que los haitianos la encabecen, porque es su país. Podemos ayudar, pero que ellos realmente tienen que tomar las decisiones clave y hacer gran parte del trabajo”.

El cambio más inmediato que se nota en la capital de Puerto Príncipe es la cantidad de escombros que se han retirado, dijo Adams. El terremoto creó lo que se calcula que fueron 10 millones de metros cúbicos de escombros. Dicho de otra manera, si se estacionaran camiones llenos de estos escombros uno detrás de otro, la fila se extendería más de 6.000 kilómetros. Pero Estados Unidos ha financiado más de la mitad de la remoción de cinco millones de metros cúbicos de escombros, de los cuales entre 30 y 40 por ciento se reciclan y se utilizan en las nuevas construcciones. Esto supone mejor acceso para el tráfico y el equipo, y más espacio para las nuevas viviendas.

Adams dijo también que la mayor parte de los escombros restantes en realidad son viviendas declaradas no habitables y peligrosas que los propietarios insisten que son valiosas. Con el nuevo gobierno en su lugar, ahora se puede tomar decisiones sobre el futuro de esas propiedades.

Todas las encuestas del pueblo haitiano dicen que lo que más quieren son puestos de trabajo. Estados Unidos ha ayudado con grandes inversiones en agricultura y el desarrollo del Parque Industrial Caracol. Adams mencionó que 60 por ciento del pueblo haitiano vive en granjas, pero la producción agrícola está estancada desde hace casi 40 años.

Se necesita tiempo para convencer a los agricultores de que adopten nuevas prácticas, como por ejemplo el abandono de campos de arroz tradicionales en favor de la siembra y riego de cultivos de cereales. Pero a medida que más personas se atrevan a probar nuevas técnicas y tecnologías financiadas por Estados Unidos y la comunidad internacional para obtener rendimientos más altos, “con aportaciones relativamente modestas pueden duplicar o triplicar sus ingresos y realmente aumentar su actividad”, explicó.

El principal inquilino del nuevo parque industrial será Sae-A, el mayor fabricante de ropa de Corea, que se ha comprometido a crear 20.000 puestos de trabajo e invertir 78 millones de dólares durante seis años. Adams dijo que la iniciativa “realmente restaurará la industria textil”. Estados Unidos ha contribuido activamente a este proyecto no sólo en la tarea de encontrar inversionistas para el parque, sino también en preparar el terreno, al realizar los estudios ambientales y establecer el suministro de electricidad, agua, vivienda, comisarías y otras necesidades comunitarias.

El compromiso de “reconstruir mejor” refleja el mal estado de la infraestructura y el gobierno de Haití incluso antes del terremoto.

“Cuando la gente dice que tenemos que reconstruir Haití a lo que era antes del terremoto, es una meta bastante baja”, dijo Adams. “No queremos un país donde la mitad de los niños en edad escolar no asistan a la escuela, donde la mitad de la población sea analfabeta y sufra la peor desnutrición del continente americano y la peor disparidad de ingresos”.

La reconstrucción de Haití ha sido más lenta de lo que muchos en el exterior esperaban debido a la necesidad de poner en su lugar varios elementos importantes, como el gobierno, el parque industrial y otros proyectos.

“Pensar que esto se resolvería en menos de lo que canta un gallo es poco realista”, dijo Adams. “Siempre arremetemos contra esa perspectiva”. No obstante, si se toman buenas decisiones económicas, si hay un buen gobierno y estabilidad, y si se mantienen buenas relaciones de trabajo con las comunidades de donantes de Haití, el país “podría convertirse en un país de ingresos medios como la vecina República Dominicana en 20 ó 30 años”, dijo.

(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html ) ************************************************************ La Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estados Unidos distribuye USINFO-NOTICIAS. Puede encontrar información adicional en http://iipdigital.usembassy.gov/iipdigital-es/index.html

Etiquetas: Haiti, infraestructura, recuperación, terremoto