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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 19 de Abril del 2024

Pronósticos muestran cómo el cambio medioambiental podría afectar la vida

Satélites y modelos computarizados para pronosticar efectos en ecosistemas

Por Cheryl Pellerin Redactora Washington – Los científicos combinan conjuntos de información relacionada con el clima, proveniente de satélites que observan la Tierra, con modelos matemáticos del comportamiento de organismos para pronosticar los efectos del cambio medioambiental en ecosistemas, de manera muy similar a que los meteorólogos hacen para pronostican el clima.

Los pronósticos ecológicos, nuevas herramientas de desarrollo clave para las personas encargadas de la administración de recursos del planeta, cuyo clima está cada vez más caliente, predicen los efectos de cambios biológicos, químicos y físicos en el medio ambiente de ecosistemas que apoyan la existencia de la vida en la Tierra.

La ecología es el estudio de la relación entre los organismos y su medio ambiente. Como una práctica, el pronóstico ecológico ha existido desde que el primer agricultor se detuvo en un campo, observó con los ojos entrecerrados el firmamento y predijo los efectos de una temporada corta de lluvias para sus árboles de higuera. En la actualidad, la disciplina reciente para el pronóstico ecológico es una síntesis científica orientada por información de física, geología, química, biología y psicología.

El Centro de Investigación Ames de la NASA, ubicado en el Valle del Silicio en California, trabaja para hacer que las herramientas de pronóstico ecológico estén disponibles a través de su Sistema de Observación y Predicción Terrestre (TOPS).

TOPS es un sistema de programas computacionales de información y modelaje que integra datos de satélites, aeronaves y censores terrestres con modelos de tiempo, cambios climáticos y aplicaciones para producir pronósticos del clima en las próximas horas, específicamente entre cero y tres horas, así como pronósticos de condiciones ecológicas.

“Se tuvieron grandes avances en el pronóstico del tiempo en las décadas de 1960 y 1970, el pronóstico del clima el clima se promedia o el pronóstico del tiempo de los próximos días realmente se comenzó a definir en las décadas de 1980 y 1990”, dijo Woody Turner, científico del programa para Diversidad Biológica y gerente del programa para Pronóstico Ecológico en la Junta Directiva de la Misión de Ciencias de la NASA, a America.gov. “Ahora considero que es un paso lógico llevar los sistemas vivientes hacia ese paradigma del pronóstico”.

“Imagine si fuera posible”, escribió Ramakrishna Nemani, un científico de investigación en el Centro Ames de la NASA, junto con varios coautores en un documento reciente sobre TOPS, “predecir con exactitud la abundancia o déficit de cosechas, epidemias de enfermedades que se transmiten por vectores tales como la malaria y el virus del Nilo Occidental, o el peligro de incendios forestales con un periodo de tiempo de hasta tres a seis meses por adelantado”.

EN LA TIERRA

Los pronósticos ecológicos pueden ser de periodos cortos de tiempo, de unas cuantas horas hasta varios días; de medio periodo o por temporada, por ejemplo, estimar el inicio de una temporada de cultivo; y periodos largos, en escalas de décadas a siglos.

Para los funcionarios del Parque Nacional Yosemite situado al este del centro del estado de California, los científicos del Centro Ames de la NASA crearon un pronóstico de cambios posibles en la región para los próximos 50 años. El parque cubre una extensión de 3.081 kilómetros cuadrados y se extiende a través de las laderas occidentales de la cadena montañosa de Sierra Nevada.

De acuerdo con el pronóstico, explicó Nemani a America.gov, “el deshielo se va a reducir en casi 50 por ciento y la temporada de crecimiento empezará casi tres semanas antes que cuando empieza actualmente. En respuesta, las plantas se quedarán si agua a mediados del verano. Eso aumentará la frecuencia de incendios y Yosemite ya sufre de demasiados incendios. Eso cambiará la composición de las plantas”.

“Recuerde que esos son modelos de predicciones”, indicó Edwin Sheffner, subjefe de Ciencias Terrestres del Centro Ames de la NASA, a America.gov. “No existe una certidumbre de que eso va a ocurrir, pero esos son nuestros modelos de predicciones. Un desafío de nuestra investigación en curso es tratar de validar los modelos para reducir los márgenes de error alrededor de esos modelos estimados”.

En otra aplicación de pronóstico ecológico, la Oficina de Ciencias Terrestres de la NASA colabora con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) para desarrollar el Sistema de Pronóstico de Especies Invasoras, que reúne a ecologistas, científicos de computadoras, encargados de formular políticas y demás personas con un interés en el rango de especies autóctonas plantas o animales que dañan los hábitats que invaden.

El sistema completo podrá crear evaluaciones regionales de patrones de especies invasoras y hábitats vulnerables, al igual que generar mapas de zonas atractivas de posibles invasiones de especies exóticas.

ENCRUCIJADAS BIOLÓGICAS

En la unión entre América del Norte y América del Sur, América Central representa una encrucijada biológica con siete a ocho por ciento de la biodiversidad del planeta en menos de la mitad de uno por ciento de su masa de tierra. Frente a sus costas se encuentra el segundo sistema más grande de arrecifes de coral de la Tierra.

En 1997, los líderes de sus siete naciones (Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) anunciaron una iniciativa multinacional para integrar sus esfuerzos de conservación a través de sus fronteras internacionales. El Corredor Biológico Mesoamericano es una serie de parques nacionales, otras zonas y terrenos protegidos sujetos a regímenes de gestión especial que se extienden desde el sur de México hasta la frontera colombiana.

Como parte de esta iniciativa, la NASA se asoció con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, el Banco Mundial y la Comisión Centroamericana para el Medio Ambiente y el Desarrollo, con el fin de ayudar a desarrollar un sistema regional de visualización y vigilancia llamado SERVIR. (Véase artículo relacionado “ EE.UU. presenta nuevo instrumento para pronosticar tormentas en América Central ( http://www.america.gov/st/space-spanish/2008/June/20080627164908liameruoy0.8633386.html )”)

SERVIR combina las imágenes de cinco satélites de la NASA con información medioambiental y socioeconómica por medio de un sistema basado en computadora de información geográfica. Operará una serie de nodos ubicados en Estados Unidos y en cada nación de América Central.

Por medio del sistema, gerentes centroamericanos pueden usar imágenes satelitales para detectar incendios forestales y cambios significativos en la cobertura de terreno, rastrear la precipitación pluvial y los patrones de tiempo, al igual que vigilar los márgenes costeros y los arrecifes de coral. Los modelos ayudarán a los usuarios a comprender la mal entendida conexión entre los cambios en cobertura de terreno y la variación climática.

Etiquetas: , cambio climático, EEUU