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Ciudad Acuña, Coahuila, México | 20 de Abril del 2024

Ritual otomí será transmitido por primera vez en TV

La emisión Un curandero otomí relata una tradición milenaria que está en vías de extinción, debido a la migración de los jóvenes de esta etnia a las ciudades

México, D.F. Al son de los instrumentos de cuerda, el humo de los sahumerios y frente a un altar rebosado de flores, bebidas, frutas e imágenes religiosas, dos curanderos otomíes se ponen en contacto con sus dioses, a quienes llaman Antiguas —esculturas humanas de madera colocadas al centro de un nicho—, para pedir por la buenaventura de los que viven en la Tierra.

ritual Otomí

ritual Otomí

Dicho ritual, efectuado en la comunidad de Santa Ana Hueytlalpan, en el noreste del municipio de Tulancingo de Bravo, en Hidalgo, fue realizado ante las cámaras, y será transmitido por primera vez en televisión este viernes 23 de diciembre.

Se trata del tercer programa de la serie Diversidad, coproducción del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) y Canal 22, bajo el título Un curandero otomí, que se transmitirá a las 20:00 horas.

La emisión narra la historia de dos bãdis —curanderos en lengua otomí—, Manuel Lorenzo y Zenaida Castro, quienes relatan que al enfermarse en su niñez fueron dotados de dones para adivinar y curar, poder que los llevó a encontrarse y trabajar juntos por el bien de su comunidad.

Mediante un rito en el que ambos curanderos entran en trance, es como logran comunicarse con sus antiguas deidades; en este proceso sus ancestros les dicen qué deben hacer para conseguir la protección de aquellos que lo piden. Esta sesión es la que se retrata por primera vez.

Dicho ritual se realiza tres veces al año (16 y 24 de septiembre, y en año nuevo) para agradecer a las Antiguas o Santitos su protección, en dicha práctica los otomíes conciben a sus dioses como personas, por lo que les ofrecen comida al son de la música y bailan con ellos.

La Fiesta de las Antiguas como le llaman en Santa Ana Hueytlalpan, comienza con el sonar de una pequeña campana, decorada con delgados listones de colores, que se utiliza para llamar a las divinidades.

Los curanderos se sientan frente al altar donde hay alimentos, bebidas, imágenes religiosas, copal y grandes cantidades de flores, como nubes y gladiolas. Una vez frente al nicho, ambos se persignan y sus ayudantes les colocan un paliacate en los ojos y un collar de flores, posteriormente comen la “medicinita” o “hierba santa rosa”, la cual los ‘conduce al cielo’ donde están los entes divinos.

Al comenzar el rito, un par de músicos del pueblo hace resonar el violín y la guitarra en la habitación u oratorio, mientras los bãdis mueven la cabeza de un lado a otro y entonan un canto otomí, para después bailar con vasijas llenas de agua que se ponen en la cabeza.

Terminando el baile y en un trance más profundo, los curanderos se sientan de nuevo y sus ayudantes se acercan, porque en ese momento “Dios entra en sus cuerpos” y empieza a hablar a través de ellos, “las piedras platican sobre el futuro, contestan preguntas y dicen qué se debe hacer para conseguir buenaventura a aquellos que piden su protección y consejo”.

Poco a poco los bãdis comienzan a adormilarse hasta que entran en un sueño profundo. De acuerdo con el testimonio de los propios curanderos, mientras están en trance “llegan al cielo”, observan árboles y piedras.

En este ritual que los otomíes de Santa Ana Hueytlalpan, los protagonistas son los dioses ancestros de piedra, cuyos nombres son: Juan de la Tierra, su compañera María de la Tierra, y la hija Anastacia de la Tierra; el cuerpo de los tres está hecho de madera, no obstante del primero su cabeza es de roca, pequeña en proporción con el cuerpo, cuya dimensión es de aproximadamente 25 cm.

Los también llamados Santitos son vestidos como personas, en el caso del masculino es ataviado con camisa, pantalón, zapatos y sombrero, mientras que las deidades femeninas portan faldas, blusas bordadas, rebozos y varios collares de cuentas y flores.

Respecto a los oratorios, en el documental se mencionan otros lugares sagrados donde los curanderos realizan plegarias, como es el caso de cerros “lugar de residencia de los dioses”, o en abrigos rocosos donde colocan veladoras, flores y dejan figuras antropomorfas de papel que representan a las fuerzas sobrenaturales, elementos presentes en tres rituales básicos: tratamiento terapéutico, de fertilidad y de brujería.

Un curandero otomí relata una tradición milenaria que está en vías de extinción, debido a la migración de los jóvenes otomíes a las ciudades. Se transmitirá este viernes 23 a las 20:00 horas por Canal 22. El siguiente viernes, 30 de diciembre, se presentará La Casa Tomada, en la que se mostrará el quehacer y pensamiento de 35 grafiteros del Distrito Federal.

Etiquetas: México, Otomí, ritual, TV


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